Casi todo el mundo que comparte un abrazo siendo un gran reconforte, paz… La ciencia ha estudiado sus efectos y, algunos de ellos, son bastante interesantes. ¿Cómo, un gesto tan sencillo, puede aliviarnos tanto? ¿Por qué nos reconfortan?
Un abrazo es más que un abrazo: puede ser una muestra de amor, de ternura, un “estoy aquí”… Sustituye un buen número de palabras, y eso mismo, el calor humano, el contacto, nos hace sentir bien. Se trata de un lenguaje no verbal que nos hace sentir bien.
Si encuentras a una persona así, alguien a quien puedas abrazar y con la que puedas cerrar los ojos a todo lo demás, puedes considerarte muy afortunado. Aunque dure un minuto, o un día.
Abrazar aporta beneficios como :
- Disminución del estrés.
- Sensación de seguridad y protección.
- Ayuda a nuestra autoestima.
- Envía energía y fortaleza.
- Mejora las relaciones interpersonales.
- Promueve la sensación de tranquilidad.
Un antiguo proverbio dice que “un beso sin un abrazo es como una flor sin la fragancia“, pero ¿qué tienen los abrazos que tanto nos gustan?
Según un estudio de 2018 publicado en la revista PLOS One los abrazos sería uno de los gestos sociales que más nos reconfortarían frente a emociones negativas : cuando una persona entra en conflicto con otra, si ese mismo día ha recibido un abrazo, su estado emocional no empeora tanto como en el caso de no haber recibido ninguna.
💡 El abrazo neutraliza los sentimientos negativos y evita que disminuyan los positivos. Los resultados se observaron tanto en hombres como en mujeres, aunque las mujeres explicaron que habían sido abrazadas más días que los hombres.
Por otro lado, transmiten calma y paz . Es una forma no verbal de comunicación muy potente, por la que sentimos materializarse el vínculo con la otra persona, lo que nos hace sentir seguros y con calma.
Fisiológicamente, favorecen la regulación de la tensión arterial, puesto que nos hacen liberar oxitocina, la hormona encargada de hacernos sentir placer, entre otras funciones. La oxitocina hace que la tensión arterial se regule.
Abrazar a alguien, como he comentado antes, nos reconforta, porque es una manera de estrechar vínculos, de potenciar la confianza entre dos personas, y hace que nos sintamos bien. Somos seres sociables, buscamos y necesitamos a los demás y, si encontramos esta correspondencia, la presencia del otro, nos genera bienestar y calidez humana.
Finalmente, hacemos sentirnos seguros, protegidos, acogidos… Y esa sensación de refugio surge con el contacto con el otro cuerpo.
Los mejores abrazos son los que duran entre 5 y 10 segundos, mientras que los menos placenteros son los que duran alrededor de un segundo . Estar más o menos cerca o la altura no condicionan la idea de que un abrazo sea mejor o peor.
📎 Alcaine, A. [Albert]. (2024, 28 agosto). El poder de los abrazos. PsicoPop. https://www.psicopop.top/es/el-poder-de-los-abrazos/amp/
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