Hay una medicina que no cuesta nada y es muy efectiva y que, además, está al alcance de todos: quitarse los zapatos y pisar la tierra. La evidencia científica habla de efectos extraordinarios para, solo, andar descalzos.
Cuesta creer que algo tan sencillo como estar de pie sin calzado, pueda tener una lista tan contundente de beneficios: desde reducir la concentración de glucosa en sangre y orina, estabilizar los niveles de hierro, equilibrar la frecuencia cardíaca y respiratoria, disminuir la secreción de cortisol (la hormona del estrés), reducir la inflamación, la oxidación y, con ello, el dolor e incluso mejorar el ritmo circadiano y dormir mejor por la noche.
Aunque los pueblos primitivos lo sabían mejor que nadie, hoy lo ha podido comprobar la ciencia: estar en contacto con el suelo es sanador y terapéutico.
Los mecanismos a través de los cuales se obtienen estos beneficios son el earthing o grounding, dos anglicismos que se utilizan para denominar la práctica del contacto con la tierra.
Uno de ellos es en el ámbito de los microorganismos y, más concretamente, el mycobacterium vaccae, una bacteria ampliamente distribuida en la naturaleza. Estar en contacto, de forma constante, ha reportado unos resultados sorprendentes: un estudio publicado en la revista Annals of Oncology en 2004, comprobó que pacientes con cáncer de pulmón avanzado que estaban con quimioterapia y recibían un tratamiento con el mycobacterium vaccae mejoraban su calidad de vida, su salud general y su funcionamiento cognitivo y físico. También su vitalidad e incluso apreciaban menos dolor . Cabe decir que la oncóloga del Royal Marsden Hospital de Londres (Reino Unido) lo descubrió por accidente, en un intento de aligerar los síntomas en pacientes con cáncer de pulmón. Sin embargo, durante el tratamiento, apreció un aumento de la alegría, la felicidad y una mejora del estado de ánimo general de los pacientes, menos náuseas y menos dolor.
Igualmente, es curioso el estudio finlandés publicado en Environment International en el que un grupo de investigadores intervinieron en jardines infantiles llevando al patio vegetación del bosque: “La intervención basada en la naturaleza aumentó las células T reguladoras y las citoquinas antiinflamatorias en la sangre de los niños. Esto sugiere que las intervenciones basadas en la naturaleza pueden conferir beneficios para la salud en parte al promover la función antiinflamatoria e inmunoreguladora y, por tanto, prevenir la inflamación inapropiada, que se sabe que es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés” . En la Universidad de Briston (Reino Unido), desde el departamento de neurobiología empezó a trabajarse y Lowry demostró que inyectando la bacteria en ratones, aumentaban los niveles de citoquinas que, en última instancia, producían serotonina, con un efecto idéntico al de algunos tipos de antidepresivos.
Es más, alimentaron ratones con sandwiches de mantequilla de maní mezclados con tierra. Los animales, aparte de disfrutar del festín, mostraron un pensamiento más claro al navegar por el laberinto, los niveles de ansiedad disminuyeron y los efectos duraron hasta tres semanas .
Podría haber una cuestión de carga eléctrica: una de las prácticas que se aconsejan para disminuir la ansiedad y descargar la rumiación mental es andar descalzos diez minutos diarios. Espiritualmente, tiene un significado central, puesto que nos pone en contacto con el suelo, las raíces y es un símbolo muy potente. Estar en contacto con el suelo permite recalibrar el sistema eléctrico de nuestro organismo aumentando la vitalidad energética.
Otro experto en la materia es el cardiólogo estadounidense especializado en medicina integrativa Stephen T. Sinatra, quien ha investigado sobre la prevención y recuperación de enfermedades coronarias asociadas al contacto con el suelo . En su libro Earthing, con los pies descalzos habla de cómo las suelas de goma o el cemento han interrumpido un circuito que nos recargaba constantemente: el contacto con el suelo. Una desconexión que, según dice, provoca trastornos psicológicos, dolor, cansancio o insomnio. La solución, afirma, siempre ha estado bajo nuestros pies .
📎 Alcaine, A. [Albert]. (2024, 26 julio). La tierra como antidepresivo. PsicoPop. https://www.psicopop.top/es/la-terra-com-a-antidepressiu/
📖 Referencias: