El trastorno histriónico de personalidad suele surgir en la adolescencia, siendo una de las condiciones más difíciles de tratar. Es necesario un gran compromiso por parte de la persona y del entorno que la rodea.
Llamar la atención, un comportamiento exagerado, reacciones emocionales intensas y sin medida, un patrón en el que la seducción es un recurso constante en toda forma de interacción y socialización… El trastorno histriónico de la personalidad es un comportamiento social que se encuentra entre el teatral y el dramático. Y no, no debe hacernos gracia: es un trastorno de la personalidad.
Todos conocemos a alguien con este tipo de conducta, que afecta a un 2% de la población, aproximadamente: hay que diferenciar, sin embargo, al histriónico ocasional de la persona que sufre este trastorno psicológico y que se encuentra atrapado en una dinámica comportamental destructiva. La preocupación extrema por su imagen y su estado de ánimo fluctuando constantemente es una rueda de feria emocional. Además, el papel de la sexualidad y la necesidad de cautivar es obsesiva y fuera de toda convención social.
Pueden ir desde la vitalidad más desmedida a un estado depresivo y melancólico.
Vivir con una persona así no es fácil, pero la misma persona que lo sufre tampoco es feliz: transitar por las dimensiones de las relaciones afectivas, la amistad o las responsabilidades laborales son cuerdas flojas difíciles de atravesar.
Normalmente, detrás del trastorno histriónico de personalidad encontramos otros problemas como la ansiedad, problemas de autoestima, traumas de la infancia… Y, por tanto, habrá que trabajarlos todos de forma integrada.
A principios del siglo XX se asociaba a un comportamiento “histérico“, casi siempre ligado al género femenino (porque hombres histéricos no había, ¡claro!). Pero poco a poco se vio que este trastorno solía superponerse con otros.
Las personas con un trastorno histriónico de la personalidad evidencian, también, el trastorno de personalidad antisocial, narcisismo, trastornos de la ansiedad, trastornos alimenticios, adicciones e incluso enfermedades psicosomáticas .
Los criterios diagnósticos del trastorno histriónico de personalidad son :
- Egocentrismo.
- Búsqueda de aprobación constante.
- Interacción social por medio, exclusivamente, de la seducción.
- Obsesión constante por su apariencia física (instrumento de poder y atracción).
- Cambios en su estado emocional (nos recuerda la bipolaridad).
- No gestionan bien las críticas, reproches o advertencias (se sienten heridos fácilmente).
- Nula tolerancia a la frustración.
- Reacciones dramáticas hacia hechos y problemas comunes (Drama queens y Drama kings).
- Tendencia a creer que sus relaciones son más íntimas de lo que lo son, en realidad.
- Fácilmente influenciables.
- Muy dependientes emocionalmente.
Es de etiología desconocida, es decir, no se sabe la causa o el origen del trastorno, pero se cree que existe una mezcla de diferentes factores: genéticos, abusos en la infancia, manipulación psicológica durante la infancia y adolescencia y una educación deficitaria con falta de límites claros.
El tratamiento es por medio de la psicoterapia, si bien no todos los pacientes se comprometen a ella, ya menudo intentan manipular y desafiar cualquier estrategia para huir del mismo tratamiento . Un abordaje que da muy buenos resultados es la terapia centrada en soluciones mediante la cual se busca consensuar con la persona lo que puede hacer que la situación mejore, se trabaja para tomar decisiones y resolver problemas y se ayuda al abordaje relajado, tranquilo y lógico.
📎 Oliva, J. [Jesús]. (2024, 13 octubre). Eres una teatrera (o teatrero). PsicoPop. https://www.psicopop.top/es/trastorno-histrionico-de-la-personalidad/
📖 Referencias: